TEMA La fabula
EVIDENCIA DE APRENDIZAJE
DESARROLLO DE LA CLASE Buenas tardes mis niños, en nuestra clase trabajamos la fabula , para eso los estudiantes se hicieron en grupos , cada equipo va a representar por medio de una obra de teatro una fabula diferente, todo se realizara en clase , No terminar en casa
salome gallego y Andrés juan van a representar la fabula de la liebre y la tortuga, para eso escribieron el guion , la próxima clase se continua escribiendo , No terminar en casa
la liebre y la tortuga
En el mundo de los animales vivía una liebre muy orgullosa y vanidosa, que no cesaba de pregonar que ella era el animal más veloz del bosque, y que se pasaba el día burlándose de la lentitud de la tortuga.
- ¡Eh, tortuga, no corras tanto! Decía la liebre riéndose de la tortuga.
Un día, a la tortuga se le ocurrió hacerle una inusual apuesta a la liebre:
- Liebre, ¿vamos hacer una carrera? Estoy segura de poder ganarte.
- ¿A mí? Preguntó asombrada la liebre.
- Sí, sí, a ti, dijo la tortuga. Pongamos nuestras apuestas y veamos quién gana la carrera.
La liebre, muy engreída, aceptó la apuesta prontamente.
Así que todos los animales se reunieron para presenciar la carrera. El búho ha sido el responsable de señalizar los puntos de partida y de llegada. Y así empezó la carrera:
Astuta y muy confiada en sí misma, la liebre salió corriendo, y la tortuga se quedó atrás, tosiendo y envuelta en una nube de polvo. Cuando empezó a andar, la liebre ya se había perdido de vista. Sin importarle la ventaja que tenía la liebre sobre ella, la tortuga seguía su ritmo, sin parar.
La liebre, mientras tanto, confiando en que la tortuga tardaría mucho en alcanzarla, se detuvo a la mitad del camino ante un frondoso y verde árbol, y se puso a descansar antes de terminar la carrera. Allí se quedó dormida, mientras la tortuga seguía caminando, paso tras paso, lentamente, pero sin detenerse.
No se sabe cuánto tiempo la liebre se quedó dormida, pero cuando ella se despertó, vio con pavor que la tortuga se encontraba a tan solo tres pasos de la meta. En un sobresalto, salió corriendo con todas sus fuerzas, pero ya era muy tarde: ¡la tortuga había alcanzado la meta y ganado la carrera!
Ese día la liebre aprendió, en medio de una gran humillación, que no hay que burlarse jamás de los demás. También aprendió que el exceso de confianza y de vanidad, es un obstáculo para alcanzar nuestros objetivos. Y que nadie, absolutamente nadie, es mejor que nadie.
Isaac y salome Castrillón representaran la fàbula de la zorra y las uvas
LA ZORRA Y LAS UVAS
En una mañana de otoño, mientras una zorra descansaba debajo de una plantación de uvas, vio unos hermosos racimos de uvas ya maduras, colgando delante de sus ojos. Deseosa de comer algo refrescante y distinto de lo que estaba acostumbrada, la zorra se levantó, se remangó y se puso manos a la obra para comer las uvas.
Lo que la zorra no sabía es que los racimos de uvas estaban mucho más altos de lo que ella imaginaba. Entonces, buscó un medio para alcanzarlos. Saltó, saltó, pero sus dedos no conseguían ni tocarlos.
Había muchas uvas, pero la zorra no podía alcanzarlas. Tomó carrera y saltó otra vez, pero el salto quedó corto. Aún así, la zorra no se dio por vencida. Tomó carrera otra vez y volvió a saltar y nada. Las uvas parecían estar cada vez más altas y lejanas.
Cansada por el esfuerzo y sintiéndose incapaz de alcanzar las uvas, la zorra se convenció de que era inútil repetir el intento. Las uvas estaban demasiado altas y la zorra sintió una profunda frustración. Agotada y resignada, la zorra decidió renunciar a las uvas.
Cuando la zorra se disponía a regresar al bosque se dio cuenta de que un pájaro que volaba por allí, había observado toda la escena y se sintió avergonzada. Creyendo que había hecho un papel ridículo para conseguir alcanzar las uvas, la zorra se dirigió al pájaro y le dijo:
- Yo habría conseguido alcanzar las uvas si hubieran estado maduras. Me equivoqué al principio pensando que estaban maduras pero cuando me di cuenta de que estaban aún verdes, preferí desistir de alcanzarlas. Las uvas verdes no son un buen alimento para un paladar tan refinado como el mío.
Y así fue, la zorra siguió su camino, intentando convencerse de que no fue por su falta de esfuerzo por lo que ella no había comido aquellas riquísimas uvas. Y sí porque estaban verdes.
Moraleja: Si hay algo que de verdad te interesa, no desistas. Esfuérzate y persevera hasta conseguirlo
Emmanuel y maría salome trabajaron la fabula del gato y el raton
el gato y el raton
Un búho, una comadreja, un gato y un ratoncito, vivían en distintos lugares de un tronco seco. Aunque eran enemigos naturales, y desconfiaban uno del otro, ninguno dejaba su refugio. El dueño del campo, un día decidió eliminarlos, colocó trampas y una red en la base del tronco.
El primero en caer, fue el gato, que al verse en peligro comenzó a gritar. Al escuchar el ratón se alegro, porque de esta manera se libraba de su enemigo, pero el gato le dijo:
- Si yo muero quedaras a merced del búho y de la comadreja, que quieren más que yo que seas su alimento, pero si me ayudas, en gratitud te compensare protegiéndote.
El ratoncito liberó al gato, y huyeron del lugar. Pasado el tiempo, el gato se dio cuenta que el ratón aun le temía, así que le dijo:
- ¿Piensas que he olvidado mi promesa, cuando me salvaste de la trampa?
-¡ No! - dijo el ratoncito -, pero tampoco olvido tu instinto, ni en qué circunstancias has hecho la promesa.
Moraleja: Jamás confiemos en alianzas que hizo el miedo, en pasando el temor, valen un bledo.